Lo que aún le falta a la comunidad LGBT+
Autor: Alexander Cusme Rosero
Un 25 de noviembre del año de 1997 el Tribunal
Contencioso del Ecuador abolió el primer párrafo del artículo 516 del Código
Penal que criminalizaba la actividad sexual entre personas del mismo sexo bajo
el argumento que los homosexuales no pueden ser responsables penalmente debido
a su condición de “enfermedad mental” por lo tanto, estos no pueden ser
juzgados.
Ahora bien, esta es una de las tantas luchas que aún falta por conseguir. Ha pasado tantos años y aun se observan rasgos de pensamientos tradicionalistas que afirman que esto no es “normal” es decir, será legal pero no moral.
La orientación sexual de los miembros de la comunidad LGBT+ (Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) sigue siendo descalificada y discriminada en ámbitos de lo político, social y religioso. No obstante, a pesar de tener uno que otro representante de la comunidad en puestos políticos como: Diane Rodríguez, la primera parlamentaria transexual del Ecuador, demostración de un paso corto, pero no imposible.
Thalía Flores y Flores, periodista y corresponsal del diario ABC de España, hace una encuesta para los comicios presidenciales ecuatorianos del año 2017 y en una de sus preguntas manifiesta lo siguiente: ¿Votaría usted por un homosexual para la Presidencia del Ecuador? Los resultados fueron que el 36,40% de los encuestados contestaron que SÍ, el otro 62.30% NO, y el restante 1.30% no sabe o simplemente no responden. Ecuador aún se ve lejos de completar la despenalización social y política dado que las leyes protegen a esta comunidad en teoría mas no en práctica.
Ahora bien ¿Este tipo de conductas ocurre en toda
la sociedad ecuatoriana? Considero que no, este tipo de posturas se ven en la
gran mayoría de los adultos con un fuerte sesgo religioso. La religión mantiene un peso fuerte
en el Ecuador y aún se empeñan que la fé sea dogma público, razón por el cual justifican
su desconocimiento a los derechos adquiridos por la comunidad.
Los “Millenials” o de la “Generación Z” tienen otro tipo de preocupaciones como son: el cambio climático, protección animal, aborto seguro y dan poca o nula importancia a la orientación sexual de su candidato.
El día que entendamos que la vida personal de
cada individuo no tiene nada que ver en su desempeño en la vida pública. Lo que
aún le falta a la comunidad LGBT+ es una verdadera despenalización política y social
para que pueda participar libremente sin ser tachado ni cuestionado por su inclinación
sexual ¿Se tendrá que esperar 23 años más para despenalizar social y
políticamente a los homosexuales?
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